El ASUS ROG Phone 8 Pro se presentó como un smartphone revolucionario para gamers, diseñado para ofrecer un rendimiento inigualable y una experiencia excepcional. Aunque su diseño premium, especificaciones de gama alta y características avanzadas inicialmente cautivaron a los entusiastas de la tecnología, la realidad de su uso ha dejado a muchos usuarios decepcionados. El dispositivo sufre de problemas significativos que afectan su rendimiento y confiabilidad, alejándolo de ser el producto impecable que prometía ser.
Entre los problemas más evidentes, los reinicios aleatorios son frecuentes, especialmente al activar el Modo X o al ejecutar juegos con alta demanda gráfica. Esto resulta particularmente frustrante para los gamers que esperan estabilidad durante sus partidas competitivas. Además, el desempeño de la cámara deja mucho que desear en un dispositivo de gama alta, con usuarios reportando líneas multicolores al usar el zoom y fallos en la cámara frontal, problemas inaceptables para un dispositivo de este precio.
La calidad del sonido también presenta fallas graves. El audio distorsionado al interactuar con la pantalla señala un diseño deficiente de ventilación interna. Un teléfono gaming de este nivel debería ofrecer una calidad de sonido impecable, pero este descuido afecta su atractivo premium. Por otro lado, el puerto de carga inferior acumula polvo con facilidad, lo que genera problemas de conectividad y perjudica la carga rápida, planteando dudas sobre la durabilidad del hardware.
Uno de los aspectos más decepcionantes es la aparición de artefactos visuales durante el juego, a pesar de las promesas del teléfono de ofrecer una experiencia gráfica de vanguardia. Además, el Game Genie, una herramienta clave para optimizar el rendimiento en juegos, a menudo no funciona correctamente, dejando a los usuarios sin acceso a funciones esenciales como la supervisión de temperatura y la personalización gráfica.
Los usuarios también han reportado problemas de compatibilidad con aplicaciones, con apps de terceros que frecuentemente fallan o se cierran de forma inesperada, incluso después de actualizarlas. La conectividad de red es otro punto débil, con dificultades para conectarse a redes móviles o Wi-Fi, algo esencial para el gaming en línea y el uso diario.
Tal vez el problema de hardware más preocupante es que la tapa trasera puede despegarse, un defecto que expone los componentes internos y compromete la integridad del dispositivo. En el lado del software, las actualizaciones lentas por parte de ASUS agravan la situación, dejando muchos errores y fallos sin resolver durante largos periodos.
Finalmente, uno de los defectos más críticos del teléfono está en su gestión térmica. El ROG Phone 8 Pro tiende a sobrecalentarse significativamente durante sesiones de juego prolongadas, lo que provoca thermal throttling (reducción del rendimiento para controlar el calor). Esto resulta en una caída notable de los fotogramas y un deterioro general en la calidad del juego, contradiciendo por completo sus promesas de ser un dispositivo diseñado para juegos intensos
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